Las últimas dos semanas una ola de falsas alarmas de bombas han causado tensión en varias ciudades del Perú. Aunque en un inicio se vincularon estos hechos con grupos terroristas, según las investigaciones policiales no serían más que maniobras que solo buscarían causar pánico entre la población -como se demostró con la alerta al aeropuerto Jorge Chávez producida por cuatro niños la última semana-.
Diversas autoridades locales, como el presidente del Congreso, Daniel Abugattás, y el premier, Salomón Lerner, opinaron que detrás de este "terrorismo blanco" -como denominaron estos sucesos- pueden estar personas irresponsables que solo buscan llamar la atención. Óscar Valdez, ministro del Interior, y Daniel Mora, ministro de Defensa, pidieron a la población mantener la calma ante las amenazas telefónicas.Daniel Abugattás también solicitó endurecer las sanciones, para lo cual anunció que presentará un proyecto de ley que envíe a las cárcel a los autores de las amenazas. Actualmente según el artículo 452° del Código Penal se sanciona con 20 a 40 jornadas de trabajo comunitario o con 60 a 90 días de multa cuando se perturbe la paz pública. Otras ciudades que han sido afectadas por las notificaciones telefónicas anónimas han sido Cusco y Arequipa.
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