
En los últimos días, el intento aprista por regular lo que ya está regulado y fiscalizar el accionar de los medios en torno a lo que debiera ser un autoanálisis, causó un gran malestar en todos los que tenemos algún vínculo con el ejercicio periodístico. Para felicidad de muchos e incomodidad de algunos, tanto el presidente Alan García como el propio presidente del Consejo de Ministros, por apariencia o no, manifestaron su rechazo al anteproyecto y éste no pasó a mayores.
Sin embargo, debemos considerar y, sobre todo, recordar, que la libertad en todos sus niveles implica responsabilidad en el más mínimo acto de nuestra labor. Si bien la legislación peruana admite un número máximo de siete días para que el periodista o medio de comunicación se rectifique por alguna información inapropiada, la ley no debería representar una forma de presión si se actúa con ética y responsabilidad.
Con el objetivo de construir una sociedad bien informada y fortalecer una ciudadanía participativa, los medios de comunicación deberíamos hacer una autocrítica constante. No esperemos que medidas interesadas y totalmente autoritarias pretendan ocultar la realidad. Ante este tipo de situaciones, mejor es responder con la transparencia y responsabilidad que exige el ser periodistas y actuar como tales.
Foto: www.spanisharts.com
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